lunes, febrero 21, 2011

La sal de la vida

Hoy no hay tiempo para más. Os dejo con un chiste que siempre cuento últimamente. Es muy cerdo y muy gracioso a la vez. Si no os gustan los chistes cerdos o graciosos, no sigais leyendo.


Va un tipo a una tienda a comprar sal. La tendera de siempre no está, y la sustituta es una chica joven, con un escote y unos pechos enormes. Él se percata de la situación de inmediato.

- Buenos días. Quería un kilo de sal menuda.

La chica se agacha y comienza a llenar una bolsita con sal. Desde arriba el espectáculo es soberbio.

- Me la estás poniendo gorda- Dice él.

- No, se la estoy poniendo menuda.

- Pues eso... ¡menuda me la estás poniendo!

1 comentario:

Ratubeji dijo...

Soberbio