
Otro temazo recurrente en la banda sonora del metro de Madrid es Bésame mucho. Hay veces que lo he escuchado hasta dos veces de camino al curro. Es de estas canciones que odias a muerte pero que por H o por B acabas escuchando más que ninguna otra, como la canción de la peli Ghost.
El otro día estaba pensando en frases que nunca haya pronunciado nadie en ningún idioma y en ninguna época: "Hoy no, cariño, hoy no me apetece una felación. Prefiero seguir con mi novela de Lucía Etxebarría, que me tiene totalmente enganchado." Vale, lo de la novela es un poco trampa, pero la idea general es lo importante. Tienen que ser frases posibles, no valen absurdeces como "el perchero de peluche está mordisqueando mi aparato excretor". Aunque para frases absurdas, las que suelta por esa boquita el menda que llevo escuchando compulsivamente estos días, Franco Battiato. ¡Atiende! "Yo prefiero la ensalada a Beethoven y Sinatra, a Vivaldi uvas pasas, que me dan más calorías". Esa tampoco vale.
Un colega y yo nos pusimos a pensar situaciones donde encajaría perfectamente la frase "no te digo trigo". Por ejemplo, un agricultor le dice a otro: "Este terreno lo tienes desaprovechao, coño Julián, tendrías que sembrar algo, no te digo trigo, que da mucho trabajo, pero sí algo sencillito como patatas o remolachas". Aunque no tengo ni idea de si las patatas son más fáciles que el trigo, la verdad, si alguien pudiera confirmarme este dato, me quedaría más tranquilo.