martes, marzo 17, 2009

La vuelta a los ruedos

Después de un tiempo de descanso, volvemos a los ruedos con la misma dignidad que Ortega Cano, que por algo tenemos un apellido en común. Renovado, con muchas tontunas que contar y con la esperanza de que os reenganchéis, intentaré no volver a perderme de nuevo. Sé que algunos lleváis mis pérdidas mejor que otros, yo por mi parte no las tengo del todo controladas, y a veces se producen situaciones incómodas. Pero si Concha Velasco ha podido con las suyas e incluso ha ganado pasta con los anuncios, ¿por qué no voy a poder yo con las mías? Y si encima gano algo de dinero con todo esto, no te digo ná.

Pero aquí la palabra clave es Volver, como la peli del domingo en la primera, ahora que tenemos a Almodóvar hasta en la sopa, y qué mejor manera que volver que hablar del apasionante mundo de los códigos de barras y el terrible origen de las muñecas hinchables. Alguien con un criterio bastante aleatorio me propuso hablar de estos dos temas en particular, y por la amistad que nos une yo le prometí por lo más grande que lo haría sin falta. Pero en lugar de ello, me iré a la cama con la satisfacción del que ha escuchado atentamente a un amigo y ha hecho caso omiso a sus palabras. Otro dia, si eso. Por hoy ya está bien.

Buenas noches a todos.

3 comentarios:

Espíritu dijo...

Tío, qué desmejorado estás cuando te afeitas. ¿Y ese rostro pálido? Además la corbata nunca te ha pegado y ahora mirate. Muy mal, muy mal te veo...

Anónimo dijo...

Si en la foto te veo algo extraño...¿será por la barba?

besitos

Anónimo dijo...

A la cárcel