Casi sin darme cuenta se han pasado ya los dos meses aquí en Barcelona. Me ha tratado muy bien esta ciudad, sí señor, he visto muchas cosas que me han gustado, he estado con gente que ha merecido la pena y he tenido visitas de gente que quiero un montón. ¿Qué más puedo pedir?
Ahora mismo escucho "Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding" de Elton John, que me pone cantidad, y me apetece recordar algunos momentos que he vivido aqui. Perderme por las calles del barrio gótico o del Raval, ir de recogida a casa a las tantas andando por la Diagonal escuchando el mp3, las escapadas al festival de Sitges, encontrarme por sorpresa al final de aquel callejón con la iglesia de Santa María del Mar, la enorme fiesta en casa de Marta e Iska la polaca con final en Plataforma (la M80 de las discotecas), las ramblas como las calles de Nueva York nunca duermen, el mercado de la Boquería y sus frutas tan bien colocadas, las sevillanas en la caseta de CiU, el elegante Pipa Club de la Plaça Reial, el club L'ascensor de los años 30, el mágico Bosque de las Hadas, el bar Raval con la flamenca gigante, la planta de rock del club Fellini, los pubs ingleses y su fabulosa Guiness, el pan tumaca con queso en las tascas llenas de humo, y por supuesto el Versalles con la mesa llena de tercios de Estrella y platos de grasientas pero deliciosas papas bravas. Tampoco olvidaré las cenas y las charlas en mi casa de la calle Provença.
La torre Agbar cumple 140 añazos, el Drac del Park Güell ya me conoce de vista, los domingos hay gente bailando sardanas frente a la catedral, el anfiteatro de Tarragona a pie de playa y los desfiles de la legión romana a media tarde son dignos de ver, el barrio de Gracia tiene un saborcillo especial y muchos, muchísimos bares, y me gusta la foto que tengo con el elefante del parque de la Ciudadela, que no es un elefante, sino un mamut de mentira. Genial la exhibición de cazas en la playa de la Barceloneta que vi con dos amigos de aquí, luego cervecilla con papas bravas en el chiringuito, y de vuelta a casa con bicing, aquí no conocen los atascos. Jaime Urrutia cantando sus canciones más castizas en plena plaza de Cataluña y luego en el Forum, concierto de Deluxe en primera fila. Como colofón de las fiestas de la Mercé, el espectacular Piromusical. Entiendo bastante catalán si lo hablan despacito, pero sólo sé decir "Plou poc, però per lo poc que plou, plou prou".
Pero el domingo vuelvo al ajetreo de Madrid, a mi nueva casa en La Latina, a Serrano 123 y sus barritas con tomate y mediana, que todavía no sé si es más grande o más pequeña que un café con leche, volveremos a la Mahou y a las noches en Malasaña, a las excursiones en coche de los sábados, retomaré la guitarra y las ganas de hacer canciones nuevas, por fin tendré un sofá donde ver episodios de Perdidos tomando pizza (¡Dios!), los domingos al Retiro o al rastro, que ahora lo tengo cerca, estaremos pendientes de los Renoir, y comeremos cuscus al aire libre en el Gaudeamus. ¡Voy para allá!
4 comentarios:
Vale, ya lo has conseguido, me has emocionado ;) Te esperamos con impaciencia en tierras madrileñas. ¡Bienvenido a casa!
Veo que no pierdes el tiempo...
¡Qué envidia me da todo lo que has contado! Me alegro de que hayas aprovechado el tiempo y que lo hayas pasado tan bien. ;-)
Lo del piso en La Latina no suena nada mal, siempre ha sido mi zona favorita del centro de Madrid. ¡Mucha suerte en tu etapa nueva!
¡Anda que te lo has pasao mal, mamoncete!. Me da mucha pena que no hayamos podido coincidir en este tiempo que has estado aqui. Y por cierto, yo ya llevo en Barcelona mas de un año, y por lo que veo no la conozco ni la mitad de bien que tú.
Este fin de semana estoy por aqui, que es el cumpleaños de René, y pensaba llamarte, pero veo que ya es demasiado tarde.
Pero bueno, me alegro de que ya estés reubicado en Madrid y qu no olvides la guitarra. A ver si algun dia echamos una jam ¿no?
Bueno, un abrazo, ¡¡y por si quedaba alguna duda, soy Antonio!!
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