
Un dato curioso es que normalmente las mujeres francotiradoras se colaban tras las líneas enemigas vestidas como pastoras o campesinas, con los fusiles desmontados escondidos en cestas o entre la lana de las ovejas. Una vez en el otro lado, escogían un buen escondite y a matar a la peña. Lyudmila Pavlichenko, responsable de 309 muertes y por tanto la más mortífera de todas, ocultaba su ligerísimo cuerpo en las copas de los árboles, donde a nadie se le ocurría mirar. Claramente, esta estrategia no hubiera funcionado en España. Una chica guapa y sola por el campo... no pasa desapercibida para un grupo de soldados españoles salidos y tarados por la guerra. Ya me estoy imaginando la retahíla de finos piropos que le podrían soltar a la pobre chica... No los pondré aquí por respeto al gremio de las francotiradoras.

La roza es también un tipo de trabajo agrario, que consiste precisamente en rozar la tierra con una azada por ejemplo, con el objeto de que la capa más superficial de la tierra se airee, haciéndola más permeable al agua, y ya de paso eliminando los rastrojos que puedan haber crecido y que en un momento dado puedan salir ardiendo.
La Wikipedia es la ostia...
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